Corría el año de 1996 en esta ciudad de Bogotá, cuando tener televisión por cable era un privilegio por el elevado costo y la poca oferta que existía dado que la otrora TV Cable con sus descodificadores color madera eran los únicos capaces de salirse del guión de canales nacionales. Pero no era como ahora que se tiene una megaoferta de ochenta y pico de canales sino llegaban a lo sumo a seis, entre los que me acuerdo estaban presentes ESPN, HBO, TNT y CNN todos ellos en inglés.
Precisamente en ESPN inglés comencé a tener mis primeros romances con el fútbol europeo ya que al suscribirnos en mayo pude disfrutar de la Eurocopa del 96 en Inglanterra que se llevó de forma trágico-cómica Alemania, derrotando con gol de oro de Bierhoff a una espectacular selección Checa con nombres de la talla de Pavel Nedved, Vladimi Smicer, Karel Poborsky, Patrick Berger, ilustres ellos; mientras que en la selección teutona destacaban Klinsmann, Köpke, Hassler y en especial 2 jugadores que hacían más distinta esta selección: Andreas Möller y Mathias Sammer.
Pues bien este par de crack despuntaban en un equipo de Westfalia, región carbonífera de Alemania donde se encuentra una gran cantidad de empresas químicas y una base trabajadora fantástica que potencializaron a la nación teutona para recuperar la maltrecha economía de la zona oriental después de la reunificación. Este equipo es el Borussia Dortmund el cual era dirigido por ese entonces por un "tal" Ottmar Hitzfeld, a pesar de ser desconocido en gran parte del hemisferio porque todavía no existía ese fenómeno masificado conocido como Internet, ya le había usurpado por decirlo así el trono al todopoderoso Bayern München.
Entonces con mi suscripción de TV Cable comencé a seguir la Champions League de 1996-1997 y como no tenía aún compromisos sentimentales con clubes en Europa sumado al gran gusto que adquirí por Möller y por Sammer empecé a seguir al conjunto Westfalo en su peripecia por conquistar Europa. A parte de tener a un gran técnico que en el medio alemán era un peso pesado, contaba con una nómina espectacular, que a continuación se las presento:
Portero: Stefan Klos.
Defensas: Jürgen Kohler, Mathias Sammer, Martin Kree, Stefan Reuter.
Volantes: Paul Lambert, Paulo Sousa, Jörg Heinrich, Andreas Möller.
Delanteros: Karl Heinz Riedle y Stépane Chapuisat.
Como ven 3 extranjeros (Lambert, Sousa y Chapuisat) y el resto alemanes que en su mayoría llegaron a la selección. En la fase de grupos quedaron de segundos con los mismos puntos del Atlético de Madrid de Radomir Antic pasando a cuartos de final donde eliminarían al Auxerre para enfrentar en semifinales al Manchester de Cantona y eliminarlo al ganarle los dos juegos por 2-0.
Llegarían a München para enfrentarse al campeón de la edición anterior: Juventus de Turin dirigida por Marcello Lippi. Un equipazo que contaba con jugadorazos como Ciro Ferrara, Di Livio, Jugovic, Didi Deschamps, un "tal" Zinedine Zidane, un "tal" Vieri y un "tal" Del Piero. Total ya se sabía quien era el favorito.
Comenzó la Juventus aprovechando la fuerza indomable de Vieri que le ganaba por fuerza a Köhler y estuvo cerca de poner el 1-0, pero en un rechace de Peruzzi aprovecha Kree para centrar al corazón del área y el cazador Riedle acomoda el balón con el pecho y puso el primero del BVB.
La Juve comenzó a perder los papeles y a encomendarse a Zizou por lo que cayó en el pelotazo y los alemanes son tácticamente unos amantes de la disciplina así que el Borussia sabía que el objetivo era desgastar anímicamente y hacer caer en la frustración a los italianos y en algún contragolpe o balón parado aumentar la ventaja y eso fue precisamente lo que en el minuto 34 aprovechó otra vez el pánzer Riedle para aprovechar un cobro del cerebro Möller y poner el 2-0. Inexplicable tanta ventaja con tan claro favorito.
Para el segundo tiempo Lippi decidió quemar las naves y mandó a Del Piero por Porrini y movió a Boksic como extremo, la Juve se acercaba al descuento pero Klos sacaba hasta el aire sin embargo en el minuto 66 una rápida pared entre Vieri y Boksic termina en un servicio que mete de espuela el maestro Del Piero para acercar a los italianos.
Pero cuando parecía que se acababa la magia, Hitzfeld mandó a un jovencito Lars Ricken por Chapuisat y en un rápido contragolpe dirigido por Möller ve salido a Peruzzi y con una vaselina desde unos 25 metros pone el 3-1 el cual sería inamovible del Olímpico de München.
Ganó el Dortmund que mostró al mundo que Alemania a nivel de clubes era más que el Bayern y si bien el equipo westfalés estuvo cerca de llegar a la final al año siguiente siendo apartado por el Madrid de Jupp Heynckes (coincidencia eh), el ciclo ganador no pudo continuar por el retiro de algunos de los mejores jugadores de ese gran conjunto y por el traspaso de otros a clubes con más poder económico.
Así que el BVB comenzó a perder protagonismo y sólo hasta el 2002 pudo volver a saborear la bundesliga con otra generación donde se destacaban los brasileños Amoroso, Ewerthon, Dedé, Evanilsol, los checos Rosicky y Köller y los alemanes Metzelder, Kehl y Lars Ricken (único sobreviviente de München). Sin embargo el club tenía bastantes deudas y había empezado a malgastar el dinero en fichajes caros y en sueldos excesivos y al no tener la misma capacidad del Bayern, el equipo se fue a la quiebra y tuvo que vender hasta lo más sagrado: Su estadio, el mítico Westfalestadion que pasó a llamarse Signal Idunel Park por la compañía de seguros que lo adquirió.
Sin embargo la nueva dirigencia sabía que al tener una base social de aficionados increíbles se podía montar un proyecto a largo plazo con jugadores alemanes y extranjeros que llegasen con un perfil bajo y a pesar de que los primeros años fueron difíciles porque el equipo no clasificaba a las copas Europeas y peleaba la mitad de la tabla de la liga, con una política seria de ahorro y la llegada de Jurgen Klopp todo cobró sentido.
Klopp comenzó a darle oportunidad a jugadores de las fuerzas básicas como Götze, Schmelzer y Grosskreutz para después traer jugadores jóvenes y baratos como Hummels, Sahin, Lewandowsky y Kagawa; formando un equipo técnico pero también aguerrido en lo táctico y con sed de victorias. Claro después llegaron Bender, Gündogan o Reus pero la base fueron los anteriormente mencionados.
Gracias a esto se pudo reconquistar la liga Alemana con un doblete de bundesliga y una copa humillando al Bayern y ahora estar a 90 minutos de repetir la gesta de München, claro al frente estará el multimillonario y espectacula Bayern pero el Dortmund saldrá con orgullo y con las ganas de estos jóvenes que quieren con su humildad y su talento precoz dominar a Europa.
Claro que se pueda, fuerza BVB.
Andrés Rodríguez
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