Decía Pep unos días después en la celebración de la liga de la temporada 2009-2010 cuando le tocó hablar ante el Camp Nou: "Os debemos una y estos no fallan". Claramente para los culés hoy era el día más importante de esta temporada porque se iba a pelear primero contra el mismo espíritu negativo que habitaba en el cuerpo Catalán y porque se debía demostrar al mundo que la idea del juego no estaba muerta e iba a resurgir para acallar los miedos y las críticas recibidas justamente.
Desde el inicio se palpó las ganas del Barça por querer llevarse al Milan por encima, el club lombardo se mostró sorprendido por el cambio en el esquema de los de Tito-Roura, porque esta vez se modificó el clásico 4-3-3 por un agresivo 3-4-3 donde lo más novedoso fue observar a David Villa jugando de 9 fijo arrastrando a Méxes y a Zapata para que Lio Messi pudiese jugar con Andrés y con Xavi, eso si el equipo no sufrió desbalanceo porque contó con Dani Alves como un extremo más y con Sergio y Jordi intercambiando esa labor de tercer central para no dejar mano a mano a Niang y a El Shaarawy con los centrales. Era el mismo Barça 2010-2011 con el cambio de Alba por Abidal y el adelantamiento de Alves por lo que se mostró como un ciclón debido a esa rápida circulación en la zona central y poco a poco fue agrietando la que en teoría iba a ser una difícil muralla italiana, por lo que a los 5 minutos una pared corta en el menor espacio posible entre Xavi y Messi, el argentino la transforma en gol colocando la pelota con una tranquilidad pasmosa en la escuadra de Abbiati.
Lo más difícil había pasado y ya se despejaron las dudas en los culés y se sembró la incertidumbre en los italianos porque no se esperaban un gol demasiado rápido que desbaratara ese mismo bloque de San Siro, algo había pasado de aquellos 15 días para acá, fue como si el moribundo otra vez hubiese recibido ese soplo anímico vital, el mismo 4-3-3 que se transformaba en 4-5-1 del Milan con los únicos recambios de Niang por Pazzini y Flamini por Muntari. Ese gol hizo recordar al equipo catalán las ideas básicas que dejó el guardiolismo porque el equipo parecía una jauría de perros de casas persiguiendo el balón por todas partes haciendo que los rossoneri se equivocaran forzosamente en zonas comprometidas para ellos y generando ocasiones para el Barça que el veterano Abbiati salvaba.
Esta vez Busquets si podía romper la primera línea de presión del Milan con el primer pase entre líneas para que Xavi e Iniesta fueran capaces de vascular hacia donde mejor lo creyesen ellos. Hasta que a mediados de los 25 minutos bajó la intensidad del Barça, los lombardos se asentaron mejor en el juego porque si bien no creaban peligro constantemente comenzaron a hacer no jugar al cuadro catalán y cada vez las líneas eran más compactas y a pesar de que los locales trataban de hacer una mejor ocupación de espacios los doblajes del Milan eran meritorios.
A los 38 minutos las cosas iban a cambiar para siempre porque un pelotazo largo de Montolivo sirvió para que Mascherano se equivocase en el despeje y dejase prácticamente solo al nobel Niang para que se plantara ante Valdés e inexplicablemente fallase con todo a su favor, en esa misma jugada pudo haber penalty por manos de Piqué. Pero como este juego es de estados de ánimos en la siguiente jugada Ambrosini pierde la pelota en el centro del campo con Iniesta que filtra para Lio y este con menos marca de lo habitual porque el equipo italiano quedó con ese error de su capitán, sacase otra vez la pierna izquierda y batiera esta vez por bajo a Abbiati. Muy bien Xavi yendo a abrazar a Mascherano tras su error infantil. Ya la ventaja se había perdido y el Milan tendría que marcar un gol como mínimo, así terminaba la primera parte donde el Barça volvía a mostrarnos esa sinapsis futbolística que tenía empolvada en este 2013.
Para el segundo tiempo los blaugranas volvieron a salir dispuestos a sentenciar la eliminatoria y otra vez esa intensidad se plasmaba al minuto de reanudarse el partido con un robo de Messi a Constant y una buena respuesta de Abbiati. Otra vez empezaba a aparecer la conexión Xavi-Iniesta-Messi apoyada por la buena recuperación de Busi y Alba con el apoyo de Pedro y Alves con lo que el Milán sufrió otra vez un desdibuje táctico y comenzaron los errores puesto que en un rechace malo de Zapata al centro, Xavi lo transforma en un pase metáforico para que el Guaje solo frente a la portería rossonera pusiese el 3-0 y volcara una vez más al Camp Nou para que siguiese rugiendo como hasta ahora.
Allegri no quiso perder el tiempo y 5 minutos después mandó a Robinho y a Muntari por Niang y por Ambrosini, era una idea clara de asociar mejor a Montolivo y aprovechar las ventajas defensivas que daba la defensa catalana ante el desgaste físico; el Barça cedió terreno ante un Milan impetuoso que con más espíritu que fútbol quiso vulnerar el arco de Valdés.
Se perdía la pausa de Xavi y quedaba la genialidad afortunada de Messi e Iniesta como respuestas a la nueva propuesta Rossonera y a pesar de que entró Puyol por Mascherano, en el ambiente del Camp Nou el hincha no seguía tranquilo porque solo con un gol el Milan sacaba al Barcelona; por lo que Roura por fin decide incorporar a un fresco e inciso Alexis para que mantuviese alerta a los defensores de Il Diavolo, el sacrificado fue Villa que se llevó una atronadora ovación y después Pedrito saldría para que el polivalente Adriano jugase alternando la posición de interior y exterior ayudando en los doblajes a Alba que sufría con el 2-1 de Robinho y Abate. Hasta que por fin en una contra liderada por Messi que la cede a Alexis y el chileno que sabe cumplir con la tarea de sacrificio y de asistencia así sus cifras goleadoras no sean las mejores, cede un cambio de costado para que un avión Alba la colocara por entre las piernas de Abbiati.
Con esto el Barça pudo desterrar ese pasado reciente que tuvo hace unas semanas pasadas y consolidó ese estilo innegociable que no podía haberse ido sino que estaba ahí en la cabeza, sólo faltaba hacerlo fluir. El Milan hizo lo que pudo a sus capacidades y sin lugar a duda tiene un buen futuro con jugadores jóvenes y la ambición de un técnico, en la memoria de los lombardos va a quedar siempre ese buen partido de ida, pero lastimosamente para ellos hoy el Barça volvió por sus fueros y contra eso es difícil luchar.
Andrés Rodríguez.
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