Un nuevo empate en el infierno de San Siro muestra lo mejor y lo peor de Juventus y del futbol italiano.
Y es que en esta fecha, la del clásico que podría valer medio scudetto, Conte alineó nuevamente su 3-5-2 (Buffon; Barzagli-Bonucci-Chiellini; Lichsteiner-Vidal-Pirlo-Marchisio-Estigarribia; Borriello-Quagliarella). Sin embargo, este esquema demostró sus debilidades, ante un rival fuerte como Milán.
Los bianconeros saltaron al campo con la firme esperanza de continuar con el invicto y lograr sacar el mejor resultado de San Siro, pero delante de ellos se encontraron con un rival, que aunque diezmado por las lesiones, planteó un juego lleno de presión alta y desdoblamientos de Robinho. En su lugar, Juventus respondía timidamente por las bandas con Lichsteiner y Estigarribia, quienes junto a Pirlo, no encontraban la manera de ingresar el balon a las áreas donde se encontraban Borriello y Quagliarella.
Fue en el minuto 14, donde tras un error defensivo en la salida de Bonucci, Nocerino (ex-juventino) aprovechó y con remate fuera del arco, marcó el gol con el que iniciaba el calvario para Juventus. 10 minutos más tarde, llegó la polémica, tras tiro de esquina de Emanuelson, Muntari ingresa de cabeza el balón al arco, pero Buffon, tal vez por instinto, "tapa" el remate cuando se encontraba dentro del arco y decide iniciar el contragolpe ante la sorpresa de los rossoneros que reclamaban el gol.
Y es que en esta fecha, la del clásico que podría valer medio scudetto, Conte alineó nuevamente su 3-5-2 (Buffon; Barzagli-Bonucci-Chiellini; Lichsteiner-Vidal-Pirlo-Marchisio-Estigarribia; Borriello-Quagliarella). Sin embargo, este esquema demostró sus debilidades, ante un rival fuerte como Milán.
Los bianconeros saltaron al campo con la firme esperanza de continuar con el invicto y lograr sacar el mejor resultado de San Siro, pero delante de ellos se encontraron con un rival, que aunque diezmado por las lesiones, planteó un juego lleno de presión alta y desdoblamientos de Robinho. En su lugar, Juventus respondía timidamente por las bandas con Lichsteiner y Estigarribia, quienes junto a Pirlo, no encontraban la manera de ingresar el balon a las áreas donde se encontraban Borriello y Quagliarella.
Fue en el minuto 14, donde tras un error defensivo en la salida de Bonucci, Nocerino (ex-juventino) aprovechó y con remate fuera del arco, marcó el gol con el que iniciaba el calvario para Juventus. 10 minutos más tarde, llegó la polémica, tras tiro de esquina de Emanuelson, Muntari ingresa de cabeza el balón al arco, pero Buffon, tal vez por instinto, "tapa" el remate cuando se encontraba dentro del arco y decide iniciar el contragolpe ante la sorpresa de los rossoneros que reclamaban el gol.
El primer tiempo finalizó, pero ya los ánimos estaban caldeados. Para la segunda parte, Conte decide enderazar el camino, cambiando a Estigarribia por Pepe, tal vez esto comenzó a igualar la balanza, ya que nuevamente se retornaba al 4-3-3, el cual fue confirmado con el ingreso de Vucinic por Borriello y Matri por Quagliarella, con quienes fue posible generar más ocasiones de peligro, tanto que un gol de Matri fue anulado por un ajustado fuera de lugar, tal vez tratando de compensar el gol fantasma de la fecha.
Sin embargo, Matri tendría su revancha al minuto 83, tras centro de Pepe, sellando el empate y una salida del infierno milanista.
Al final del partido, Arturo Vidal cedió a las faltas provocadores de Van Bommel y con una patada por detrás del holándes, recibió la tarjeta roja directa. Las provocaciones continuaron incluso luego del pitazo final, donde ambas escuadras reclamaban por el mal arbitraje.
A pesar del resultado, que mantiene segunda a la Juventus con un partido menos, la actitud aguerrida del equipo permitió en algunos momentos, generar más fútbol y opciones, dejando un mensaje para Milán: Esto no ha terminado y la lucha por scudetto continua.
Como se dijo al inicio, este clásico ha demostrado lo bueno y lo malo del futbol italiano y de Juventus:
Lo bueno:
1. Un desafío apasionante de alta calidad entre rivales directos por el título que demuestra el nivel del torneo, que ahora está más apasionante.
2. El 4-3-3 y Matri demuestran ser la mejor opción para lo que resta del torneo.
Lo malo:
1. El arbitraje demuestra porque muchos dejaron de ver el calcio después de 2006.
2. La dependencia de Pirlo como eje de ideas y la poca claridad de los delanteros afectan las opciones de Juventus al scudetto. Sólo el trabajo y la entrega de cada jugador podrá dar al equipo la victoria.
Por ahora, la polémica parece manchar nuevamente a los bianconeros.
Sin embargo, Matri tendría su revancha al minuto 83, tras centro de Pepe, sellando el empate y una salida del infierno milanista.
Al final del partido, Arturo Vidal cedió a las faltas provocadores de Van Bommel y con una patada por detrás del holándes, recibió la tarjeta roja directa. Las provocaciones continuaron incluso luego del pitazo final, donde ambas escuadras reclamaban por el mal arbitraje.
A pesar del resultado, que mantiene segunda a la Juventus con un partido menos, la actitud aguerrida del equipo permitió en algunos momentos, generar más fútbol y opciones, dejando un mensaje para Milán: Esto no ha terminado y la lucha por scudetto continua.
Como se dijo al inicio, este clásico ha demostrado lo bueno y lo malo del futbol italiano y de Juventus:
Lo bueno:
1. Un desafío apasionante de alta calidad entre rivales directos por el título que demuestra el nivel del torneo, que ahora está más apasionante.
2. El 4-3-3 y Matri demuestran ser la mejor opción para lo que resta del torneo.
Lo malo:
1. El arbitraje demuestra porque muchos dejaron de ver el calcio después de 2006.
2. La dependencia de Pirlo como eje de ideas y la poca claridad de los delanteros afectan las opciones de Juventus al scudetto. Sólo el trabajo y la entrega de cada jugador podrá dar al equipo la victoria.
Por ahora, la polémica parece manchar nuevamente a los bianconeros.