Cuatro años pasaron desde aquel aburrido y pobre mundial en Sudáfrica con el título español en Johanesburgo. Con la mejor eliminatoria de Europa y siendo el equipo más goleador del mundo, se presagiaba el salto de calidad final que muchos esperaban, debido a que Alemania venía jugando bien, pero no ganaba títulos aún cuando se cumplía con las expectativas de estar reiteradamente en finales del campeonatos.
Aquí se pretende analizar de forma breve pero concreta las claves del título alemán, que les permite lucir ante el mundo su cuarta conquista mundial. Es constante la disciplina, dedicación y tenacidad de los alemanes para conseguir lo que quieren. Como cualquier equipo campeón su fisionomía solo cambia los nombres, porque las funciones continúan igual. Neuer en el arco, fue una gran garantía de tranquilidad, saliendo con determinación y resguardando las espaldas de los centrales. Hummels es uno de los mejores centrales del mundo, por su capacidad, presencia en la táctica fija ofensiva, categoría para salir y marcar de manera ascéptica, Boateng tuvo un buen desempeño durante todo el mundial y especialmente en la final, presionando a los delanteros y bloqueando los contraataques rivales, juntos hacían parecer la defensa alemana como a la coordillera de los Alpes.
Lahm continua siendo el mejor lateral derecho del mundo y solo tuvo el partido flojo contra Argelia, aunque se destaco en la final y en cuartos, lo cual le entregan un balance positivo. Hoewedes tuvo un rendimiento discreto en la final pero cumplió con regularidad aunque todavía se tiene la duda de la no convocatoria de Schmelzer, para darle profundidad al equipo por la banda izquierda, la cual fue vulnerable en algunos partidos del mundial. El medio campo alemán ofreció muchas posibilidades con Schweinsteiger, Kroos y Khedira, jugaron un fútbol vistoso y de lo mejor que presento la copa del mundo.
En el frente de ataque, Oezil no tuvo su mejor mundial pero eventualmente entregaba destellos de su incuestionable calidad. Schuerrle tuvo un excelente desempeño porque cumplió a cabalidad con todo lo que se le pidió, al igual que Thomas Mueller, el cual lleva 10 tantos en 2 mundiales y con 24 años tiene todavía mucho más por entregar y es otro de los destacados por por su constancia y talento. Goetze es otro hombre talentoso y aunque el mundial le dejo asuntos pendientes, pago sus deudas con el gol del título, descrito por un momento mágico de inspiración. Finalmente está el hombre récord Klose, con sus 16 tantos, superó el registro de Ronaldo Nazairo y se pone como el máximo artillero en la historia de los mundiales.
En resumidas cuentas, la seguridad, sobriedad y seriedad de la defensa y el arco, junto con el medio campo magnífico para generar juego y la temible letalidad de los hombres de ataque confirman, lo que muchos pensaban desde aquella final de Liga de Campeones entre los bávaros de Múnich y el Borussia Dortmund, se efectuó una transferencia de poder, de España a Alemania y el mundial es el elemento probatorio del hecho.
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