Comenzó la segunda temporada del señor Brendan Rodgers al mando del Liverpool oficialmente; llegaba al Anfield Road el Stoke City para tratar de arañar un punto o más y así bajar un poco las expectativas que tiene el conjunto rojo, sin embargo el Liverpool logró un triunfo con una dosis de fútbol estilo Rodgers y algo de suspenso, inmerecido hay que decirlo, por el desarrollo de los eventos.
Rodgers confió en lo mostrado en la pretemporada y siguió apostando por un 4-1-3-2 donde Mignolet cuidó los 3 palos, Johnson y José Enrique fueron los laterales con clara vocación ofensiva, Agger y un segurísimo Kolo Touré fueron los centrales; en la mitad del campo Lucas Leiva fue el único pivote encargado de recuperar lo más pronto y más cerca del área rival el balón para entregárselo a los generadores; estos generadores fueron Henderson por derecha, Gerrard por el centro y Coutinho por izquierda; adelante como referencia neta jugó el debutante Iago Aspas y un poquito de mediapunta o extremo derecho el veloz Daniel Sturridge.
Comenzó el Liverpool arrinconando al Stoke con una rápida circulación del balón de afuera hacia adentro y en los últimos metros se sumaban los laterales para hacer superioridad ofensiva, cuando los visitantes recuperaban el balón aparecía Lucas y recuperaba rápido el balón en menos de 5 metros, muy memorable lo del brasileño. Coutinho entendió que al existir una gran cantidad de jugadores marcando escalonado a los hombres de referencia, tenía que intentar poner una nueva velocidad y un mayor atrevimiento para eso dispuso de su prodigiosa conducción del balón y de la ayuda de Gerrard que empezó a combinar con el brasileño y así hacer que el Stoke adelantara un poco la línea de presión.
Sin embargo el Stokes se las arreglaba de vez en cuando para atravesar la línea de presión de Gerrard, Henderson y Leiva para quedar mano a mano con los centrales donde un correctísimo Kolo Touré hacía quiebres cerca a la mitad de la cancha para evitar mayores sustos con Walters y Etherigthon como asistentes de un peligroso Crouch que se imponía más por su físico que por su técnica. En un tiro de esquina el Stokes casi anota ante una mala salida de Mignolet y remate del alemán Huth que sacó Lucas de la línea.
Después el Liverpool respondió con un cabezazo de Touré que rechazó el palo, entonces el esquema del Liverpool varió un poco para evitar el alargamiento y dispuso de 4-2-1-3 con un Gerrard más cerca de Lucas y un Coutinho liberado como mediapunta para asistir a Henderson por derecha o a Sturridge por izquierda y Iago por el centro.
Más cohesionado y práctico el Liverpool creó ocasiones con Coutinho Sturridge como protagonistas. Primero José Enrique hace una pared en el área con Iago y el lateral se encuentra con Begovic, después una asistencia de oro entre líneas de Coutinho para Henderson que elude al portero pero falla el remate, después otro pase del brasileño a Sturridge que sacó un remate potente que sacó bien el portero visitante hasta que a los 36 minutos Iago recibe de Coutinho y se la cede a Sturridge que saca desde unos 25 metros un latigazo que vence a Begovic y ponía el partido cuesta arriba para los rojos, merecidísimo para un equipo que tiene los conceptos asimilados.
En el segundo tiempo el Stoke subió sus líneas unos metros y le abrió más espacios al Liverpool que quiso poner más rapidez a la elaboración y en algunos momentos pecó de vértigo y de querer verticalizar más el juego, los más activos en esta faceta fueron Coutinho y Sturridge que pudieron ampliar el resultado pero la mala puntería y el portero evitaron que esto pasara. Los reds seguían tocando y profundizando cuando era necesario y lo más notable fue el sacrificio de Iago y de Henderson para dificultar la salida fácil desde atrás de los visitantes, estos movieron el banco con la entrada de dos ex-jugadores reds como son Charlie Adam y Jermaine Pennant con lo cual querían tener más el balón y poner más responsabilidades en Johnson y José Enrique.
Rodgers sacó al agotado Iago Aspas para que entrara el veloz Sterling y aprovechar los espacios pero la impresición en este equipo técnico no pudo aumentar el volumen de juego y por momentos se observó un equipo alargado entre volantes y delanteros, el Stoke ganaba metros pero carecía de profundidad; sinceramente se veía más cerca el segundo gol de los locales que el empate pero en un cobro de costado Agger comete un penal infantil al meter la mano al balón y el árbitro Atkinson se demora un poco pero señala lo que es evidente: Penal.
Parecía que otra vez como pasó en n-veces la temporada pasada un error individual iba a echar al traste una gran labor conjunta, pero el dios del fútbol aveces es generoso y esta vez una virtud individual finiquitó la labor colectiva y Mignolet detiene el penal a Walter y detiene el rebote de Jerome para sellar el triunfo.
Ganó bien el Liverpool, mostró por pasajes un fútbol bueno de posesión con jugadores de buen pie que les gusta tener la pelota y hacerla circular, un equipo solidario donde Henderson y Aspas se sacrificaron por el bien de la causa y atrás Mignolet y Touré dan bastantes garantías en el arco y en el juego área, además que el marfileño le gusta también salir jugando y sumarse al ataque con responsabilidad. Faltaron los goles que tal vez con la confirmación del fin del caso Suárez lleguen. Poco a poco comienza a verse mejor la idea de Rodgers.
Andrés Rodríguez.
Twitter: @richi198815
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