Se esperaba que al recibir finalmente Neymar la alternativa esta noche por fin se iba a ver la mejor versión del Barcelona en su estadio y ante sus aficionados, sin embargo el excelente trabajo durante 80 minutos del Atlético de Madrid y de la complicidad de los de Martino hicieron que lo único valioso de esta final haya sido el título como homenaje a lo logrado por Tito Vilanova la temporada pasada.
El partido comenzó con el guión esperado, Atlético de Madrid jugando en 45 metros con una doble línea de cuatro bloqueando los pasillos interiores y aislando del área a Messi y cerrando el circuito de Xavi con Cesc para que el Barça empezara a lateralizar el juego y el egarense jugara en vertical con Busquets con lo cual el juego se ralentizaba y se hacía excesivamente previsible.
Neymar trató de abrir juego por banda izquierda y Jordi Alba junto a Cesc trataron de ser los escuderos del brasilero pero aún así los leones de Simeone basculaban perfectamente para evitar los cambios de orientación y la profundidad por la banda de los de Martino. Este fue el escenario por los primeros 30 minutos a excepción de un precioso tiralineas de Busquets que rompió dos líneas de contención del Atlético y dejó a Messi mano a mano con Courtois pero Felipe Luis leyó la jugada y persiguió al argentino hasta el final.
Entonces el Barcelona para decepción de muchos comenzó a fallar de forma increíble la entrega del balón y a compromenter la defensa inecesariamente con lo que el Atlético controlaba fácilmente el partido y eso que ellos eran los que tenían la responsabilidad de hacer un gol por el resultado del Calderón. Messi se tiró a su vieja posición de extremo derecho, dejando a Alexis de centro delantero y a Cesc de mediapunta; con esto Messi trataba de ayudar a Xavi pero siempre el tridente Koke, Gabi y Mario lo atrapaban en una versión reducida del triángulo de presión alta que le encantaba a Mourinho. Pareciera que este equipo desde la salida de Guardiola se ha encomendado más que nunca a Messi para que el sea el que abra el juego y quitarle un poco de responsabilidad a Xavi y a Cesc pero el rosarino de este momento está muy lejos de su estado físico y falló en el pase, claro el Atlético bloqueó bien al frente de ataque culé e hizo que el equipo se alargara.
En fin que Arda y Diego Costa viero que podían lastimar con el juego vertical y no se lo pensaron más de dos veces para ir al atque y tuvieron dos chances buenísimas, en la primera una contra que se inventa solo Diego Costa que cambia a la derecha para el Guaje Villa que cede a Gabi que saca un remate flojo a Valdés. La segunda una jugada preciosa en la banda izquierda a toque de primera de Diego Costa para Arda que regatea como si estuviera en un ballet y sienta a Piqué pero se encuentra con la mano de acero de Víctor Valdés haciendo la atajada de la Supercopa. Con esto finalizaba el primer tiempo, un Barcelona que perdía los papeles ante un aguerrido y disciplinado Atlético de Madrid.
Para el segundo tiempo la línea de presión del Atlético aumentó considerablemente y aprovecharon el estado de shock de los culés por lo que el Barcelona sufrió para sacar la pelota en limpio y esta vez Gabi y Mario fueron por el primer pase: Busquets y adicional a esto Diego Costa y Arda presionaban a Alves y a Jordi Alba, por lo que los colchoneros se acercaron peligrosamente al ganar los balones divididos por su mayor potencia físcia y al ganarlo en zona del Barça creaban más peligro.
La tuvo el guaje Villa con un remate escorado al palo izquierdo de Valdés que resuelve muy bien el portero catalán.
Martino decide cambiar y sacar a un ahogado Alexis y a un voluntarioso Fábregas por Pedro e Iniesta y el Barcelona empezó a circular un poco mejor la pelota aprovechando el bajón de intensidad del Atlético y las líneas se fueron agrupando más cerca a Courtois pero sin el mismo nivel de escalonamiento, Alves se liberó como un extremo más para ayudar a Pedro y por izquierda se reactivó Neymar aunque el suelo y la falta de confianza lo privaron. El Barça le faltaba el remate y el Atlético comenzó a abusar del juego fuerte y es donde Alves sacó a relucir su viveza para generar esos roces y en una jugada por su costado en donde van forcejeando con Filipe Luis hace que este último le propine un golpe y Fernández Borbalán con la ayuda del asistente tome la decisión de expulsarlo.
Simeone aún así saca a Adrian por un agotado Arda que se iría expulsado por insultar al árbitro y al cebolla Rodríguez por Villa para refrescar a los jugadores y mantener al Barcelona en estado estacionario, más sin embargo en una buena jugada indivudual de Alves por izquierda que cede a Xavi y este centra para Messi o Pedro, Miranda atropella a este último y el colegialo señala penal, que Messi termina estrellando en el palo para cerrar una noche para el olvido en el Stadi.
El Barcelona logra el título pero sigue en los mismo problemas de la temporada pasada con un fútbol ralentizado donde Xavi no ejerce el control del partido no se logra la superioridad númerica en las bandas y eso sumado al bajo nível físico y futbolístico de media plantilla hacen que el equipo se transforme en vulgar y sea superado por los rivales con otro estilo de fútbol válido en cualquier situación. Afortunadamente Martino conoce el problema y esta temporada aún está en estado embrionario y tendrá tiempo y herramientas para cambiar, habrá que esperar.
Felicitaciones al Atlético por el buen partido que hizo hasta el minuto 75 donde ahogó, incomodó y cuando pudo jugar demostró que tenía como ganarle al Barça pero se encontró con un gran Valdés, este equipo es solidario y no teme ensunciarse para ganar aún así el juego violento de Filipe, Diego Costa y Godin fue el único lunar de los colchoneros que son los campeones morales de la Super Copa, a fin de cuentas no perdieron ante el Barcelona.
André Rodríguez.
Twitter: @richi198815
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