El sábado Junio 1 de 2013, el FC Bayern München se convirtió en el séptimo equipo en conseguir un triplete en toda su historia. El gran trabajo comenzado por Louis van Gaal, se vio culminado exitosamente por Josef Heynckes, uno de los futbolistas y entrenadores más exitosos de toda la historia, al conseguir ganar la liga de campeones de Europa con dos clubes distintos, al igual que José Mourinho.
El gran remate de temporada bávara, comenzó el 11 de Mayo del año en curso con el último partido de local en la Bundesliga ante el Augsburgo que término 3-0, con la posterior entrega del plato que lo acredita como ganador de la edición 50 de la Bundesliga y amo del fútbol alemán, con la garantía matemática de unas fechas atrás por lo hecho en Frankfurt. Luego vino la gran final de la liga de campeones el 25 de Mayo ante el Borussia Dortmund, con el antecedente de la eliminación de la élite española, con una gigantesca final definida en favor de los bávaros nuevamente ante un enorme adversario que nunca se entregó y complicó más de lo pensado a los bávaros. Con los 2 títulos obtenidos y la tranquilidad de haber eliminado en cuartos al Dortmund en la DFB-POKAL, solo quedaba jugar contra el Sttutgart en Berlín.
El partido arranco con el combinado bávaro dominando y buscando abrir la defensa muy bien posicionada del Stuttgart, con un regular arbitraje, fue decretado el penal que le otorgó el primer gol al Bayern. Luego como una ráfaga gracias al excelente desempeño de Lahm, llegaron los 2 goles del Bayern que hacían pensar que la historia estaba resuelta. Sin embargo, 15 minutos después, se sintió la ausencia de Dante porque un centro levantado desde la izquierda y conectado de cabeza por Harnik, ponían el descuento para los de la Mercedes. Inmediatamente un tiro de esquina seguido de una tapada de Neuer, no impidieron que Harnik marcará el segundo para el Stuttgart que puso algo de picante el juego. Aunque el final del juego fue intenso, no prospero el último intento del Stuttgart que cayo derrotado por el Bayern, aunque al igual que el Dortmund se fue con la cabeza en alto y con el aplauso de los espectadores que fueron a Berlín.
Levantar la DFB-POKAL, era el único evento restante para levantar el triplete, que redondeo una gran temporada para el equipo bávaro, el cual vuelve a posicionarse como un rival importante de Europa y que en este momento se denota como un gigantesco y temible dragón alpino cuyo bramido intimida a cualquiera sin importar de donde venga, por denotar seriedad, sobriedad y serenidad a la hora de enfrentar los compromisos con la venteja de tener una envidiable disciplina alemana de trabajo.
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